Sin

Lo lindo del ser humano, al menos en lo que a mi respecta, es la capacidad de enmascarar tan bien las emociones por otras, vale decir, puedes pretender estar molesto para los demás mientras en el fondo, tu alma llora como una nena quinceañera, y pasa, momentos en los que te sientes débil y vulnerable, tan simple como armar una coraza para que el mundo rebote contra ella y tu ahí, tranquilo en tu bola de nieve.

Me pasa y mucho, quizá demasiado y no me arrepiento, pasa porque pasa y porque sí; pero antes de agobiar con estas dudas del alma prefiero reverenciar los clamores de la carne. Pues es mas fácil tapar lo que se siente con la suave piel de una dama, que estar con una idea dando vueltas en la terraza.

Si; siento que ahora me falta algo, me quitaron una parte que no era mía, aunque la mía era suya.